Es muy importante conocer sus comentarios sobre esta aportación, ya que ampliarán mi horizonte cognitivo como docente en continua actualización, por ello les brindo de antemano un profundo agradecimiento al tomarse el tiempo e interés en hacerlos.
¿Cómo se relaciona nuestro malestar docente con nuestra historia personal y qué hacemos o podemos hacer para combatirlo –a la luz de la lectura “La aventura de ser maestro” de José Manuel Esteve?
Les comparto que lejos de aburrirme en mi actividad docente he decidido divertirme, contagiarme de la energía, vitalidad y entusiasmo de los adolescentes del CBTis 224 con los que convivo diariamente, buscando obtener una meta tanto en los aprendizajes de contenidos teóricos y prácticos de la Química, como en las actitudes y valores humanos, por lo que con cierta frecuencia me pregunto ¿Cómo lograr que mis alumnos empleen todo su potencial, ese que conocen y, mejor aún, el que todavía no descubren? La propuesta que planteo como parte de la solución, es llevando a cabo actividades en las que se participe de manera individual y colectiva, con responsabilidad y creatividad, aceptando el reto que plantea Esteve, ser un maestro de humanidad, que abarca tres pasos: crear interés en los alumnos, relacionar lo que saben con lo nuevo por aprender y, por último, disfrutar con lo que se está haciendo renovándose como facilitador.
Algunas de las dificultades o malestares que padezco como docente son: a) Conseguir ser una buena interlocutora, es decir, emplear un vocabulario que sea entendible para la mayoría de mis alumnos b) Conseguir disciplina por convencimiento más que por imposición, por lo que reconozco me falta mejorar mi razonamiento y diálogo, escuchar más las necesidades de mis alumnos y mostrarme sensible ante ellas, -bajarle dos rayitas a mi tono, como dirían algunos de ellos- c) Adaptar los contenidos de enseñanza al nivel de los alumnos, porque si no se entiende lo básico, difícilmente se puede aspirar a construir razonamientos complejos.
A pesar de todo lo anterior, acepto el reto del saber y la pasión por comunicarlo, por construirme como una mejor persona y la satisfacción de ver florecer el intelecto y valores de los jóvenes. ¡Tengo la decisión y me sobra el convencimiento!
Un cálido abrazo, Lily.
2 comentarios:
Hola Lily:
Aprender a Aprender no es el término por el término, es una realidad en esta especialización, al visitar tu blog, aprendo de esa bienvenida tan cálida que das al visitante y de entrada, te invita a la reflexión, felicidades por la apertura.
La disciplina es verdaderamente un elemento del aprendizaje, en mi caso me ha significado buscar la solución a través de actividades donde mantengan el interés y estén por decirlo de alguna manera ocupados mis alumnos.
Vislumbro otra solución con tu planteamiento de buscarlo por convencimiento, me agradaría me dieras algunas sugerencias al respecto.
Sinceramente Tedy.
¡Hola Tedy!
Muchas gracias por tus palabras, me invitan a seguir superándome.
Considero muy adecuada tu estrategia de sugerir actividades de interés para el alumnado. También me doy cuenta que los motiva participar en equipos (siempre y cuando ellos se elijan por afinidad), realizar actividades curriculares dentro y fuera del aula (en mi caso Química con el 'Congreso Internacional de Modelos Atómicos', 'Rally Químico' dedicado a niños de preescolar y primaria que nos visitan en la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología) y extracurriculares (por ejemplo cantar las mañanitas cuando alguien cumple años y promover que los mismos compañeros de clase les externen buenos deseos).
A la mayoría les gusta el proyecto vida saludable 'fruta para compartir' que consiste en llevar dos frutas de temporada que prefieran una día a la semana, las degustan y comparten en el aula, empleando alrededor de 10 minutos, se les ve felices y muy dispuetos.
Comparto con ellos la frase "a la hora de estudiar, estudiamos, y a la hora de jugar, jugamos". Espero haber ampliado un poco el panorama.
Recibe un cálido abrazo, Lily.
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